Mi deseo es que cobren vida algún día
«El comienzo de todas mis estampas es aquello que ya pasó por otras manos, que fue usado y descartado, que alguien en otro tiempo le puso un punto final. Unos rollos de papel que una gráfica rechazó por defectuosos son para mí una hoja en blanco. Una cortina de baño desgastada, una matriz. Las tintas que sobraron en las clases de grabado del taller Fina Estampa, un material noble.
Todos los rollos de papel parten de la misma trama, pero cada uno tiene tamaños, colores, pliegues y recortes distintos, con manchas y cicatrices que los hacen únicos. Son imperfectos.
No podrían estar en un mejor lugar que la calle, lejos de los cubos blancos e impolutos donde suelen estar las obras de arte. La calle es imperfecta como ellos. Los autos que impiden la vista total de enfrente, los ruidos, los perros, los olores, la basura, los árboles, el viento y las conversaciones de pasada hacen que los rollos sean un poco más humanos. A su vez, éstos hacen de la calle un lugar inesperado.
Algunos cargan el peso de la oscuridad, y otros, livianos, brillan. Todos cuentan una historia. En cada arruga habita un pensamiento olvidado. En cada capa, la profundidad.
Esta es una instalación a cielo abierto, que desafía el límite entre quién puede, debe y desea disfrutar del arte. Para verla sólo hace falta detener el paso. Tal vez para que cobren vida, solo hizo falta sacarlos a la calle.´´