Proyecto 234
Obra. Proyecto 234, gestado y parido en aislamiento –ASPO-. 2020.
La medida del tiempo y la perpetuidad de la idea.
El capitalismo virtual se adueñó de mi tiempo, en gran parte, por las obligaciones a las que no puedo renunciar. El trabajo se convirtió en más trabajo, parte de mis derechos han dejado de existir y la justicia ha quedado desactivada. Las guerras no comienzan ni terminan, y aquí estoy haciendo lo posible por subsistir en un mundo donde la vida no vale nada.
Es tiempo de producir, hacer lo que me apasiona olvidando que por delante esta la muerte, la única forma ética que habito en el presente.
Produzco para pensar; produzco para recordar y produzco, por sobre todas las cosas, para aferrarme a la idea de que no soy un ser humano devenido en cosa.
Resisto; produzco; y ellos, nacidos muertos en la era de la reproductibilidad, vienen a recordarme que el orden y la estructura siguen siendo parte de esta era póstuma. Ahí están, sugiriendo con su morfología lo contrario a lo anteriormente expuesto. Pero; ¿cómo dar cuenta de este presente tan contradictorio como fértil al pensamiento, cuando es tan opuesto como la vida y la muerte y al mismo tiempo tan real como el hecho de seguir produciendo?
Resisto y produzco.